top of page
Search

La memoria del corazón


¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando lees la palabra agradecimiento? ¿Puedes poner en pausa el primer recuerdo que viene a tu mente cuando la lees o escuchas? Yo pienso generalmente hacia dónde Dios me ha traído y de dónde me ha sacado o librado. Eso basta para que esa palabra de catorce letras cobre vida y fluya como un río dentro de mí.


El otro día leí por cierto una frase relacionada con el agradecimiento, decía algo como: “Todo nuestro descontento por lo que nos falta, es el resultado de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos” ¡Wow! ¡Que cierto! Esas palabras movieron hasta lo más profundo de mi ser. Empecé a recordar diferentes ocasiones en donde he sido malagradecido con lo que tengo, todo por poner mi mirada en lo que no tengo o no he alcanzado.


¿Te ha pasado? ¿Que de pronto tienes esa sensación de descontento porque estás constantemente pensando en lo que no tienes o no has alcanzado? Es entonces cuando le abrimos paso a la queja, el peor enemigo de la gratitud. Creo que estarías de acuerdo conmigo en que no hay nada más infeccioso que estar cerca de una persona quejumbrosa, todo les molesta, nunca están satisfechos, lo que tienen nunca es suficiente, todo lo que se proponen pasa de ser difícil de alcanzar a ser imposible de alcanzar y como si fuera poco, lo más peligroso, es que si estás rodeado de esas actitudes y te descuidas, tarde o temprano, terminas pensando o actuando de la misma manera. Es terroríficamente contagioso. Debes alejarte de esas personas, terminarás amargado e infeliz, aunque eso puede significar que debas alejarte de tus propios pensamientos también de vez en cuando.


Cuando nos quejamos, estamos auto administrándonos dosis fuertes de desmotivación, que pueden llegar a ser letales para nuestros sueños e inclusive para cualquier etapa de nuestras vidas. Es muy importante aprender a identificarlas antes de que acaben por enfriar nuestro corazón, nuestras relaciones, nuestro caminar diario. ¿Cómo lo hacemos? Hagamos un pequeño ejercicio de preguntas y respuestas, comenzando con: ¿Algo te está robando el sueño por las noches? Tu mirada está en el lugar incorrecto. ¿No te ríes genuinamente desde hace algún tiempo? Tu mirada está en el lugar incorrecto. ¿Últimamente comes de más aunque no tienes hambre? Tu mirada está en el lugar incorrecto. ¿Sientes que no avanzas en tu vida si no ves las cosas cumplidas en el momento en que quieres? Tu mirada está en el lugar incorrecto. ¿Has perdido el deseo de ayudar a los demás? Tu mirada está en el lugar incorrecto. ¿Ya no disfrutas de las cosas pequeñas de la vida? Tu mirada está en el lugar incorrecto. Es simple, la raíz de todo el problema puede estar en que te has estado auto administrando dosis venenosas de insatisfacción a través de la queja.


Hay muchas razones por las que debemos estar agradecidos, la salud, la familia, el trabajo por mencionar algunas de ellas. Cada año que pasa, aparecen frente a nuestros ojos nuevos retos, nuevas metas, nuevas responsabilidades y también nuevas oportunidades, nuevas formas de hacer las cosas mejor que las veces anteriores. Son oportunidades que no debemos desaprovechar para ser agradecidos, para recordar el camino y avance recorrido, con la mentalidad de que nos esperan cosas mejores por delante.


A veces nos encontramos en la vida una y otra vez en las mismas situaciones, parece que se repiten una y otra vez, el mismo problema, el mismo reto y no entendemos a veces el porqué, ¿no te has puesto a pensar que la razón por la que estás ahí nuevamente puede ser porque no fuiste agradecido al salir la última vez? Como te mencionaba anteriormente, la vida se trata de oportunidades, intenta ser agradecido esta vez y podrías sorprenderte. Nunca escalaremos a mejores cosas hasta que no seamos agradecidos con lo que tenemos actualmente, de otra forma no podríamos aprovechar esas cosas mejores de la misma manera, seguiríamos siendo insaciables y querríamos algo más después de eso. Puede ser que existan cosas que no se hayan cumplido en nuestras vidas por esa justa razón, porque no hemos sido agradecidos primero con lo que ya se ha cumplido. Piénsalo, estoy seguro que vendrán cosas a tu mente en este momento. Sin embargo, no debemos confundir el ser agradecidos con ser conformistas. Ser agradecidos abre las puertas, pero ser conformistas las cierra.


¡Seamos agradecidos! ¡En todo lo que hagamos! Nos convertirá en personas felices, integrales, completas, no con menos preocupaciones, si no con una mejor actitud ante la vida.


Termino preguntándote, ¿recuerdas aquel pensamiento que te pedí que trataras de poner en pausa al inicio de esta conversación? Reprodúcelo de nuevo en tu mente, ¿eso es lo que necesitas recordar hoy para sentirte agradecido? Si es así, te motivo a que te aferres a eso, te ayudará a disfrutar más la vida. Lo prometo. Después de todo, como dicen por ahí, la gratitud es la memoria del corazón.


Cambio y fuera.

Daniel Pauly

Autor de Aún de pie


 
 
 

Comments


© 2020 Mustard Books

bottom of page